Declaración
de la Marcha Mundial
de las Mujeres
Día
Internacional de las Mujeres, 2013
Nosotras, mujeres del mundo,
transformamos nuestro dolor en fortaleza.
Nosotras, mujeres de todos los
pueblos, edades, clases y sexualidades, hacemos frente a la creciente
criminalización de nuestras protestas y propuestas y de nosotras mismas. ¡La
calle y demás espacios públicos son nuestros! Nos organizamos en movimientos
sociales, sin doblegarnos ante la presión para que nos mantengamos en el
espacio doméstico. Seguimos en la lucha por leyes progresistas que refuercen
nuestros derechos, a pesar de la violencia gubernamental e instituciones
religiosas a la que nos enfrentamos. ¡Todas somos mujeres en resistencia y
celebrando los avances que logramos! ¡Todas somos mujeres filipinas, celebrando el
avance de la ley sobre la salud reproductiva!
Decimos “Basta” a las violencias
hacia nosotras las mujeres. Una y otra vez tomamos la iniciativa y las calles
para protestar ante toda forma de violencia y su normalización en nuestras
sociedades. Denunciamos la violencia como elemento estructural del sistema
patriarcal, neocolonialista y capitalista y herramienta de control de nuestras
vidas, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades. ¡Todas somos mujeres indias y bangladeshís,
haciendo frente a violaciones y violencia sexual, así como a la posterior
impunidad de los perpetradores! ¡Todas somos mujeres mayas rompiendo el
silencio en las cortes exigiendo justicia! ¡Todas somos mujeres mozambiqueñas,
en la lucha exitosa para aprobar la ley sobre violencia doméstica!
Nosotras, mujeres indígenas,
seguimos luchando, movilizándonos en masa a nivel local e internacional. Usando
de forma creativa las herramientas de lucha de las que disponemos, exigimos a
nuestros gobiernos que respeten nuestros derechos y los de nuestros pueblos y
territorios. ¡Todas somos mujeres B’laan filipinas y mujeres mayas, xincas y
mestizas guatemaltecas protegiendo nuestros territorios – nuestras tierras y
nuestros cuerpos - de la industria minera e hidroeléctrica! ¡Todas somos
militantes de Idle no More y todas
somos mujeres de los pueblos originarios de Canadá, haciendo frente a la
discriminación e injusticias a las que se enfrentan los pueblos indígenas desde
tiempos inmemoriales!
Nosotras, niñas y jóvenes, resistimos
a las ofensivas del patriarcado: en nuestras propias familias – donde las ideas
de “apropiado” y “correcto” coartan nuestros movimientos -, y en la sociedad en
general – donde el acceso a la educación, salud reproductiva y salud pública de
calidad se nos niega o es limitado… Seguimos desafiando estas restricciones,
organizándonos, debatiendo, movilizando y respaldando nuestras luchas. Seguimos
dando dinamismo a nuestra lucha. ¡Todas somos jóvenes paquistaníes yendo a la
escuela a pesar de las amenazas físicas a las que nos enfrentamos! ¡Todas somos
estudiantes chilenas gritando “no” ante la
privatización del sistema educativo y reclamando una educación gratuita y de
calidad!
Nosotras, feministas, seguimos
luchando por la autonomía de nuestros cuerpos, sexualidad y fertilidad.
Exigimos la legalización del aborto en aquellos países en los que se nos
criminaliza por ejercer nuestro derecho a no ser madres. No aceptamos
retrocesos en materia de aborto ni de derechos reproductivos conseguidos con
nuestras luchas en las últimas décadas. ¡Todas somos las miles de mujeres de la
Turquía, levantándonos ante las acusaciones gubernamentales que nos tachan de
asesinas! ¡Somos todas jóvenes europeas luchando contra las ofensivas contra el
derecho al aborto en todo el continente! ¡Todas somos mujeres uruguayas,
celebrando la legislación del aborto en nuestro país y, al mismo tiempo,
manteniéndonos alerta ante el control ejercido sobre las mujeres que deciden
ejercer este derecho y ante posibles restricciones del mismo!
Nosotras, activistas en sindicatos
y partidos políticos, desafiamos el sexismo y misoginia manifestados por
nuestros hermanos en la lucha, al presionar permanentemente por introducir
nuestro feminismo anticapitalista y anticolonialista y de base en debates,
declaraciones y luchas. De forma colectiva, seguimos reforzándonos, reforzando
nuestras alianzas y nuestras demandas feministas. ¡Todos somos mujeres
presentes en los espacios de convergencia de los movimientos sociales – por
ejemplo, en el Firenzi 10+10, Italia – afirmando nuestros análisis y demandas
feministas!
Nosotras, todas las mujeres, somos
cada vez más rebeldes ante la ofensiva conservadora y fundamentalista y ante la
militarización de nuestras comunidades. ¡Todas somos mujeres de Mali, desafiando
la opresión islámica al montar en moto, al abandonar nuestros hogares para
desarrollar nuestra vida diaria en espacios públicos, y al luchar contra la
violación, la violencia sexual y la impunidad de los agresores! ¡Todas somos
europeas desafiando nuestros gobiernos al hacer frente a medidas de austeridad!
¡Todas somos mujeres egipcianas desafiando las amenazas graves de violencia
sexual que nos enfrentamos al volver una y otra vez para protestar en la Plaza
Tahrir! ¡Todas somos mujeres de Tunes luchando por la realización de las
reivindicaciones de la revolución – el trabajo, la libertad, la dignidad y la
ciudadanía –, y contra las tentativas de imponer mecanismos de discriminación hacia
las mujeres desde la infancia (la pré-escuela no mixta, el uso del velo en la
pré-escuela y la incitación al casamiento precoz)!
Nosotras, mujeres de la Marcha
Mundial de las Mujeres, estamos marchando este 8 de marzo de 2013, como
millares de nosotras lo hicimos durante las 24 Horas de Acción Feminista a
través del Mundo el 10 de diciembre. ¡En una olla de acción en todos los
continentes, estamos transformando nuestro dolor en fortaleza!
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